Por: Miguel Zurita, IIIª Brigada Aérea
Oriunda de la comuna de Peñalolén en la Región Metropolitana, Camila Cabrera siempre tuvo la inquietud de vestir el azul aéreo, mismo uniforme que llevó con orgullo su padre, Aviador Militar que ya se encuentra en retiro. “Más que gustarme, la Institución era algo que me apasionaba. De pequeña fue mi sueño ser Oficial de la Fuerza Aérea”, comienza contando.
El viernes 19 de abril, la ahora Teniente (DA) Camila Cabrera fue investida por el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile con la especialidad de Infante de Aviación, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar ese logro. Luego de meses de instrucción en la Base Aérea Maquehue de la IIIª Brigada Aérea, con asiento en la comuna de Temuco, Camila logró culminar con éxito el curso de Infante de Aviación. “Cuando estuve en la Escuela de Aviación me llamaba mucho la atención las campañas de instrucción militar; entonces mis instructores me motivaban a seguir la senda del combate, la instrucción militar y el desempeño en el terreno. De ahí empecé a averiguar más sobre la especialidad y confirmé que no existía ninguna imposibilidad de que una mujer pudiera postular, así que lo hice”, explica.
En el último año de la Escuela de Aviación tuvo materias e instrucción relacionadas con la infantería, por lo que cuando egresó en el Escalafón de Defensa Antiaérea se fue a estudiar a la Academia Politécnica Aeronáutica (APA), ubicada en la Base Aérea El Bosque, para posteriormente ser destinada a la ciudad de Temuco a formarse en la Escuela Táctica de Infantería de Aviación, que es la cuna formadora de los Infantes de Aviación de la Fuerza Aérea de Chile.
“Fue un proceso bastante difícil, en el sentido de que, fisiológicamente hablando, de por sí, a una mujer le va a costar más. Tenía que esforzarme mucho más que mis compañeros, ponerle más empeño; porque al final, son los mismos requisitos y pruebas para todos. Esto para mí ha sido como el máximo sueño que yo he podido cumplir y me enorgullece profundamente. Si yo lo miro desde afuera, es un hito muy importante en mi vida”, sostiene.
El desafío más complejo de sortear, comenta, fue la marcha de 30 kilómetros durante la segunda campaña del curso, equipada con todos sus implementos tácticos: botas, casco, fusil y chaleco. También, aprovecha de explicar que el Infante de Aviación se encarga del combate y del apoyo al combate, siendo la fuerza terrestre que debe cumplir con apoyar a los medios aéreos. Durante el estado de excepción constitucional han debido estar constantemente realizando patrullajes y vigilancia en diferentes puntos del territorio, situación muy similar a la vivida durante la época de pandemia. “El Oficial es la persona que lidera una patrulla o una escuadra, y está preocupado de su gente, de cada persona. Debemos entregar las instrucciones a nuestro equipo conforme a una planificación, con tal de ejecutar la misión que se nos encomienda. Durante el toque de queda en pandemia, por ejemplo, tuvimos muchas actividades, controlando gente o verificando los permisos. Nos habilitaron para formar parte de patrullas, así que estuvimos mucho en la calle. Para todo eso, a una la preparan”, afirma.
Con este hito, como lo califica la Teniente Cabrera, se concreta la presencia de la mujer en esta área específica de la Institución, a través de la convicción, la motivación y el deseo de ser Infante de Aviación mostrado por la Teniente Cabrera. “Se puede lograr, porque yo soy una prueba fidedigna de que una mujer sí puede egresar de un curso táctico de Infantería de Aviación”. Por último, manifiesta que le gustaría seguir perfeccionándose en su área e integrar los grupos tácticos que están operando en el norte del país.