Víctor Rojas Zenteno, integrante de Fuerza Aérea entre 1960 y 1987, recorrió el instituto formador del Personal del Cuadro Permanente.
Por: Bárbara Romero, Escuela de Especialidades
La mañana del lunes 23 de octubre, Víctor Rojas Zenteno se emocionó al pisar, luego de 36 años, el Patio de Formación de la Escuela de Especialidades “Sargento 1° Adolfo Menadier Rojas”. A sus 85 años de edad, regresó al alma mater que lo vio convertirse en Aviador Militar y, con el tiempo, integrar la Institución como parte del personal administrativo.
La visita estuvo guiada por personal de la Escuela y comprendió distintas dependencias como la Sala Histórica, la Galería de los Estandartes, el Gimnasio, el Casino de Alumnos, Pabellones y el Estadio.
Entusiasmado, contó experiencias y anécdotas que conserva intactas en su memoria, agradeciendo siempre a la Institución por acogerlo y de esta manera haber podido formar una linda familia.
“Nos sentimos honrados de poder recibirlo en la que fue por muchos años su casa”, manifestó emocionado el Director de la Escuela de Especialidades, Coronel de Aviación (A) Humberto Fernández, quien agradeció su visita. “Durante sus años en el plantel cumplió diferentes labores administrativas y estuvo al tanto de todos los cambios que se vivieron; tanto en la historia del país, como en la formación de generaciones de Alumnos, lo que lo convierte en un miembro más de nuestra querida familia aérea”, sostuvo.
Su historia de vida emociona, ya que luego de una niñez un tanto difícil en el orfanato “Ciudad del Niño”, al cumplir 18 años de edad se incorpora al Servicio Militar en la Fuerza Aérea en el año 1959, en el Regimiento de Artillería Antiaérea, asentado en ese entonces en Colina, actual Base Aérea Colina.
Al cumplir con su deber cívico y gracias a su buen desempeño como Soldado, ingresó a la Fuerza Aérea el año 1960, desempeñándose como estafeta y de esta manera iniciando una carrera en su querida “cuna”, como él menciona hasta el día de hoy con mucho cariño. Su paso por estas dependencias perdura hasta 1987.
Con el paso de los años, Víctor se casó y tuvo 3 hijas junto a su señora, con quien continúa viviendo en las cercanías de la Base Aérea El Bosque.
Para su hija Claudia, quien lo acompañó en la emotiva cita, este reencuentro es muy importante, ya que su médico le informó que padece de una enfermedad terminal y “con esta linda visita pudimos lograr cumplir su anhelado sueño: volver al que fue sin lugar a dudas su hogar”.