Por: Claudia Castro, Departamento Comunicacional
Desde que comenzó la emergencia, la Fuerza Aérea de Chile dispuso, a través de la IIª Brigada Aérea, todos sus medios humanos y aéreos para ir en apoyo a la compleja situación que vive el país, debido a los incendios forestales que afectan principalmente la zona centro sur del país.
El trabajo en equipo es una característica que forma parte de la esencia de la Fuerza Aérea, transformándose en un aspecto indispensable para la eficiencia y eficacia de las operaciones aéreas que realiza. En tal sentido, los especialistas de la Institución, Oficiales, Suboficiales y Personal Civil, trabajan día a día profesionalmente para asegurar la aeronavegabilidad del material de vuelo. Lo anterior significa, efectuar un mantenimiento integral, siempre bajo lo establecido en los manuales elaborados por los fabricantes y en un ambiente de total seguridad operacional.
Gracias a su polivalencia, además del combate directo al fuego con su material de ala rotatoria configurados con el sistema Bambi Bucket, se despliegan hacia diversos puntos del país con aeronaves institucionales, ya sea para el traslado de bomberos, brigadistas y especialistas con sus respectivos equipamientos e insumos, a lugares que necesitan su apoyo, así como a autoridades que requieren dirigirse de manera urgente a sectores donde la emergencia lo exige, a lo que se suma sobrevuelos sobre terrenos siniestrados para monitorear la situación y de esta forma apoyar la toma de decisiones.
Es así como helicópteros Bell-412 y MH-60M Black Hawk, además de aviones de transporte C-130 “Hércules”, DHC-6 “Twin Otter”, Boeing 737 y GIV Gulfstream, no han dejado de operar y estar preparados desde que se decretó la emergencia, las 24 horas días y los siete días de la semana.
Una misión en la que ha sido imprescindible la labor del Grupo de Mantenimiento Nº52 de la IIª Brigada Aérea, cuyo equipo altamente especializado de aviadores militares son los encargados del mantenimiento del material de vuelo de ala fija y rotatoria de la Unidad.
“Una vez que se decretó el Estado de Catástrofe se dispuso el trabajo en doble turno, es decir un turno habitual de 7.30 am a 19.00 horas y otro de 19.00 a 7.00 AM del día siguiente, quienes son los encargados de atender los imprevistos y trabajos de mantenimiento que hay que hacer después del horario de trabajo, de manera de mantener las capacidades de la Institución para apoyar las operaciones aéreas prácticamente las 24 horas”, explica el Comandante subrogante de la Unidad, Comandante de Escuadrilla (I) Juan Morgado.
“Adicional a ello tenemos una agrupación de mantenimiento de aviadores militares desplegados en la Guarnición Aérea Transitoria de Talcahuano, en Carriel Sur, que están realizando labores de mantenimiento, imprevistos y programas del helicóptero Bell-412, que está apoyando la extinción de incendios directamente”, agrega.
Indica que la premisa del grupo ha sido que “hay que ponerse en la situación de la gente que está sufriendo en este momento con los incendios, lo que requiere y exige un esfuerzo adicional de nosotros: lo importante es mantener la aeronave todo el tiempo en vuelo para que puedan seguir aportando en esta tarea”, dice.
Destaca el esfuerzo, compromiso y dedicación de cada uno de quienes componen la Unidad, “quienes han ejecutado cada una de las tareas encomendadas de acuerdo a las exigencias técnicas y medidas de seguridad que exige el trabajo en aviación”, manifestando que todo eso se ha visto reflejado en los múltiples apoyos que han podido efectuar las aeronaves de la IIª Brigada en apoyo a la emergencia.
Uno de sus integrantes es el Sargento 1º Carlos Valenzuela, quien se desempeña como Inspector de Mantenimiento del Grupo 52. Manifiesta que “nuestro trabajo nos exige estar siempre alertas ante cualquier emergencia que se presente. Esa es nuestra misión, hacer que los aviones siempre se mantengan en vuelo, sea cual sea la época del año, se presenten o no contingencias. Para nosotros cada día es un apoyo, estamos para apoyar, entonces cuando ocurren este tipo de situaciones ya nos encontramos preparados para ayudar desde nuestro trabajo a quien lo necesite, en este caso a las personas que están sufriendo por los incendios forestales”.
Al igual que sus camaradas, manifiesta que es lo mínimo que pueden hacer y que lo hacen con satisfacción “porque hay gente que lo está perdiendo todo y nosotros tenemos que hacer algo por ellos. Nuestra mayor recompensa se siente cuando sale el avión a vuelo y se suben los brigadistas para ayudar a la contingencia que se vive en el sur”.