Por Claudia Castro, Departamento Comunicacional
El 9 de febrero de 1967, durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, se creó el Aeropuerto Pudahuel, actual Aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago. La ceremonia de inauguración estuvo encabezada por el Primer Mandatario en compañía de las máximas autoridades del país.
Su origen se remonta al año 1955, cuando una comisión de expertos norteamericanos (Misión Brett), realizó un estudio para determinar la mejor ubicación para el nuevo terminal aéreo de Santiago, en reemplazo del aeropuerto de Cerrillos que ya no satisfacía los requerimientos de modernidad de aquellos tiempos.
Por sus características topográficas y obstáculos naturales, se escogió la comuna de Pudahuel, un sector al poniente de la capital, lugar por el que el nuevo aeropuerto adoptó su nombre.
El 19 de marzo de 1980, recibió el nombre de Aeropuerto Arturo Merino Benítez, en honor al creador y primer Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, además de ser el principal precursor de la aviación civil y comercial en el país.
Luego de dos décadas de operación y debido al continuo crecimiento de la actividad aérea, el terminal se hizo pequeño para recibir vuelos nacionales e internacionales. Por este motivo, se inició la construcción de un nuevo terminal internacional, dejando el existente exclusivamente para vuelos nacionales. Fue así como el 14 de febrero de 1994, se inauguraron modernas dependencias de 25.000 metros cuadrados de superficie para vuelos internacionales que movilizaría alrededor de 4 millones de pasajeros y 200 mil toneladas de carga al año, ubicando a Chile en un excelente nivel respecto de otros aeropuertos del mundo.
Como consecuencia del crecimiento económico del país, el transporte aéreo se convirtió en uno de los medios de traslado más utilizados por los chilenos para movilizarse dentro y fuera del país. Por este motivo, en marzo de 1996, se dio a conocer la nueva “Política Aeroportuaria”, que permitía la incorporación del sector privado al financiamiento para la construcción de aeropuertos en Chile.
En virtud de esta política, y tras ganar la licitación, la Sociedad Chilena SCL Terminal Aéreo Santiago S.A., formada por empresas nacionales y extranjeras, comenzó en mayo de 1998, una nueva ampliación y remodelación del Aeropuerto AMB. Así, el 15 de diciembre de 1999, se inauguró la Etapa Bravo, que aumentó su capacidad incluyendo la construcción de la nueva Torre de Control de 65 metros de altura; una plataforma de estacionamiento de aeronaves de 75.000 metros cuadrados; el aumento de 4 a 10 puentes de embarque; la ampliación del terminal internacional, Terminal de Carga y nuevos edificios para la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el Servicio Agrícola y Ganadero SAG y el Servicio Nacional de Aduanas.
A partir del 2001, con la entrega de la Etapa Charlie, se sumaron diversas mejoras en su infraestructura, entre las que destaca la ampliación de la pista y la construcción de una segunda plataforma de 4 mil metros, que se entregó el año 2005.
El 21 de abril de 2015, el aeropuerto Arturo Merino Benítez fue adjudicado a la concesionaria Nuevo Pudahuel, cuyo objetivo principal ha sido aumentar la capacidad de pasajeros.