Por Constanza Schäufler, Escuela de Aviación
Noventa jóvenes, acompañados de sus padres, ingresaron a primera hora del jueves 26 de enero a la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”, para iniciar su formación como futuros Oficiales de la Fuerza Aérea de Chile.
Mientras los nuevos cadetes reclutas eran recibidos por sus instructores en el tradicional Patio de la Palmera para adoptar las primeras enseñanzas militares básicas; sus padres asistieron a una exposición en el Aula Magna de la Escuela Matriz, instancia en que el Director del plantel, Coronel de Aviación (A) Alan Cárcamo, les dio la bienvenida a la familia aérea y presentó los aspectos más relevantes del proceso formativo de sus hijos. Asimismo, recibieron información sobre aspectos generales de su permanencia en la Escuela durante los próximos cuatro años.
Posteriormente, se realizó la Ceremonia de Ingreso, ocasión en que el Comandante del Grupo Escuela, Comandante de Grupo (DA) Carlos Belmar, destacó en su discurso que “los jóvenes que hoy recibimos tienen un profundo sentido de amor a la Patria, con principios y valores sólidos, los que junto a las herramientas que recibirán en esta institución altamente tecnológica, los formarán como excelentes Oficiales de la Fuerza Aérea de Chile”. Igualmente, se dirigió a los padres señalándoles que en un poco tiempo más verán los cambios en sus hijos en la ceremonia de Investidura, hito que los dirigirá hacia la vida que eligieron.
La ceremonia continuó con la tradicional promesa de ingreso por parte de los Cadetes, dando paso a continuación a una invocación espiritual, antes que los padres y familiares pudiesen despedirse y así, dar inicio al desfile de la Escuela en pleno, incluidos sus nuevos integrantes.
Noventa jóvenes chilenos que sueñan con servir a la Patria con honor y lealtad; como Jaime Cortés, quien luego de cursar dos años completos de Arquitectura y postular a la Escuela en tres oportunidades, por fin cumplió aquella frase dicha a su padre en una FIDAE hace ocho años: “quiero formar parte de la FACh cueste lo que cueste, es mi sueño”.
Una historia similar es la vivida por Lesly Moraga, que ingresa, tras dejar atrás su futuro como Kinesióloga, para cumplir “mi sueño de vestir el azul aéreo y, tal vez, llegar a ser piloto”. O como Vicente Villegas, proveniente de Quinchao, Chiloé, distancia que acorta señalando que “fue un año completo pensando y midiendo todo lo que dejaré atrás para poder cumplir mis metas, el apoyo de mi familia hizo posible que no sea tan duro dejar mi hogar”.
