Por: Claudia Castro, Departamento Comunicacional.
El 21 de marzo la Fuerza Aérea de Chile conmemora 92 años desde su creación como rama independiente de la Defensa, aportando con la polivalencia de sus medios humanos y aéreos a la defensa y al desarrollo del país, así como al ámbito aeroespacial nacional, posicionando al país dentro de los más altos estándares de la aeronáutica mundial.
Es por ello que durante todo marzo, la Institución celebra el Mes del Aire y del Espacio, que considera una serie de actividades conmemorativas como la inauguración del Mes del Aire, el Izamiento de la Gran Bandera Nacional, la ceremonia con motivo del 92° Aniversario Institucional y un Concierto de la Banda Sinfónica, entre otras.
Mirada visionaria del Comodoro Arturo Merino Benítez
Bajo la firma del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, el 21 de marzo de 1930 se crea la Fuerza Aérea Nacional (FAN) como un arma nueva e independiente, unificando los Servicios de Aviación del Ejército y la Armada de Chile, para luego, en 1937, dar paso a su actual nombre “Fuerza Aérea de Chile”.
La historia consagra al Comodoro Arturo Merino Benítez como el prócer de la aeronáutica nacional, principal impulsor de la aviación chilena y fundador de la Institución. Y es que gracias a su visión de futuro, se empeñó en unir a Chile por los “caminos del aire”, factor que consideró indispensable para el desarrollo y el porvenir de la patria.
Una evolución que se inició sobre la base de los sueños y sacrificios de los pioneros de la aviación militar con hitos gloriosos como el primer vuelo militar del Capitán Manuel Ávalos, el 7 de marzo de 1913; el cruce de Los Andes del Teniente Dagoberto Godoy en 1918, y el raid a Brasil del Capitán Diego Aracena en 1922, entre otras hazañas.
La creación de la Fuerza Aérea de Chile fue clave ya que puso alas y velocidad a la integración y desarrollo de nuestro país. No se trató solamente de una nueva arma para la defensa, sino de una Institución pensada, desde su génesis, para el doble propósito de defender la soberanía nacional y de contribuir al desarrollo nacional a través de la conectividad e integración del país.
Logros de gran importancia en esta historia fueron más tarde el vuelo del Manu Tara a Rapa Nui, isla a la que anualmente se acude con equipos de salud para apoyar al hospital de Hanga Roa y a través del traslado de estudiantes y evacuaciones aeromédicas. También la proyección a la Antártica, afianzada con la construcción del aeródromo Teniente Rodolfo Marsh en la Base Aérea Antártica Presidente Frei e incluso a la profundidad del continente antártico Polo Sur, al que se arribó el 28 de enero de 1999.
Desde su nacimiento, la Institución ha ido evolucionado para cumplir su principal rol en la defensa nacional y contribuir al desarrollo de nuestra patria, materializando el sueño de sus precursores, uniendo todo el territorio nacional a través de los caminos de aire.
Algunos de los hitos más trascendentes en la historia de la aeronáutica nacional han sido los puentes aéreos, operaciones destinadas a generar la apertura y mantención en las líneas de comunicaciones permitiendo la entrega de ayuda a miles de chilenos frente a los grandes cataclismos y la actual pandemia que han afectado y afectan a Chile. En cada una de estas tareas, los integrantes de la Institución demuestran su vocación de servicio y permanente entrega para cumplir la misión encomendada.
Junto al manejo de alta tecnología y de contar con gran capacidad operativa, la Fuerza Aérea está integrada por mujeres y hombres que la componen y que trabajan para el cumplimiento efectivo de la misión. La verdadera fortaleza institucional radica en las personas que la integran y que tienen la capacidad de cultivar valores y darle sentido ético al cumplimiento del deber que los mueve.
La mirada visionaria del Comodoro Merino Benítez también ha sido plasmada en las distintas generaciones de aviadores militares de la Fuerza Aérea de Chile, quienes en la década de los ‘90 decidieron iniciar el empleo del espacio con la serie de satélites FASat, que han aportado importantes beneficios al país.
En este esfuerzo por impulsar el ámbito espacial para Chile, la Fuerza Aérea desde el año 2019 se encuentra abocada al proyecto del Sistema Nacional Satelital que estará disponible no tan solo para la defensa sino también para el sector público, privado y para todos los habitantes de Chile.
De esta manera, la Fuerza Aérea se enfrenta día a día a los desafíos que le impone el presente y el futuro, sus mujeres y hombres lo hacen demostrando un gran espíritu de servicio público y con un gran amor a la Patria, utilizando para ello los caminos del aire y del espacio.