Por Carolina Contreras, Departamento Comunicacional
Cada minuto es clave cuando se trata de rescates, premisa que conoce muy bien el Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo, SAR, de la Fuerza Aérea de Chile. Este organismo tiene la responsabilidad vital de salvar vidas humanas tras un accidente aéreo. Para esta misión, cuenta con los medios aéreos y el personal entrenado en este tipo de operaciones. Pero antes, para que la misión se cumpla se requiere contar con tecnología capaz de alertar la ocurrencia de accidentes aéreos en el menor tiempo posible.
Buscando ser más eficiente y mejorar su nivel de respuesta, el año 2017 el SAR incorporó al Centro de Control de Misiones el nuevo sistema MEOSAR (Medium Earth Orbit Search and Rescue), que funciona con una red de satélites de órbita media que detectan las señales de emergencia emitidas por las balizas de aviones, barcos y hasta personas en situación de emergencia en tiempo real, permitiendo, a su vez, en forma instantánea localizar posición.
“Podemos captar la ubicación de una baliza de forma prácticamente inmediata y con mayor precisión, dando aviso de la situación más rápidamente, consiguiendo valiosos minutos para reaccionar frente a una potencial emergencia”, destaca el Jefe del Departamento de Planificación y Desarrollo del SAR, Coronel de Aviación (A) Eleazar Bravo.
Después de tres años operando con el sistema MEOSAR, mejorando ostensiblemente sus capacidades tecnológicas y del personal, quienes incluso trabajan full inglés, a fines del año 2021, Estados Unidos respaldó al SAR de la Fuerza Aérea ante el Programa Internacional Cospas-Sarsat, que proporciona información exacta, oportuna y fiable sobre la alerta de socorro, acreditando que la capacidad operativa nacional cumplía los estándares de certificación internacional.
Finalmente, en la cumbre mundial anual del Council del Consejo Cospas-Sarsat, realizada del 21 al 28 de marzo de este año en modo virtual, debido a la pandemia, se validó ante la comunidad internacional reunida que Chile, a través del SAR de la Fuerza Aérea, era el nuevo país en obtener certificación operativa en este sistema.
“Este reconocimiento internacional significa, en términos simples, que alcanzamos un nivel de autonomía pleno de nuestras capacidades operativas. Trabajamos mucho para llegar a este status donde todo está perfectamente integrado, con nuevo equipamiento y personal de la Unidad capacitado”., detalla el Coronel Bravo.
Dentro de América, Chile es el segundo país, después de Estados Unidos, en alcanzar la certificación de esta tecnología de detección avanzada. Mientras que a nivel mundial es el país N° 32 que logra su autonomía operativa.