Una destacada labor han desempeñado los integrantes del Grupo de Mantenimiento Nº52 y la tripulación de la aeronave de Apoyo al Combate, C-130 “Hércules” de dotación del Grupo de Aviación Nº10, que forman parte de la Fuerza de Tarea que participa desde el 28 de agosto en el Ejercicio Combinado de Asistencia y Ayuda Humanitaria en caso de desastre natural “Cooperación VII” y del Ejercicio de Recuperación de Personal y Gestión del Riesgo de Desastres “Ángel de Los Andes”, que se desarrolla en la región centro norte de Colombia.
Con altos estándares de profesionalismos y excelencia en el servicio, estos aviadores militares trabajan a más de 2.600 metros sobre el nivel del mar, por ser Bogotá la tercera ciudad más alta del mundo, con el fin de contar con el C-130 “Hércules” operativo los 365 días del año, los siete días de la semana y las 24 horas del día, sin importar condiciones climáticas y geográficas.
Dentro de las tareas desarrolladas por el personal institucional, de dotación de estas unidades logísticas y aéreas, se encuentra las pruebas de mantenimiento e inspecciones de pre vuelo, entre vuelo y post vuelo.
“Luego de cada vuelo los ingenieros y especialistas revisan y evalúan la condición de la aeronave. Se hace una inspección post vuelo, en la cual se inspecciona la parte externa y corroboramos el buen funcionamiento de la cabina, motores, tren de aterrizaje y el fuselaje completo de la aeronave, entre otras variables”, manifestó el Teniente (I) Camilo Vaca de dotación del Grupo de Mantenimiento Nº 52. Añadiendo, posteriormente: “Lo importante es que el avión se encuentre en condiciones de aeronavegabilidad optima, para así dar cumplimiento a las misiones de vuelo encomendadas, ya que la aeronave debe estar operativa las 24 horas del día”.
En este mismo sentido, el Sargento 1º Augusto Jara, ingeniero de vuelo de la aeronave C-130 “Hércules”, destaca el profesionalismo de los integrantes de la Fuerza Aérea, el que se plasma en la inspección de pre vuelo del avión, examen visual y funcional del estado físico general de la aeronave, para determinar si está en condiciones apropiadas para el vuelo, además de observar el entorno operacional. “La tripulación efectúa un chequeo completo de los sistemas de la aeronave para comprobar el buen funcionamiento de éstos, requisitos necesarios para asegurar la aeronavegabilidad de la aeronave para el despegue. Además, realizamos revisiones post vuelo y entre vuelo”, puntualizó.
Es importante destacar, que la Fuerza Aérea participa de este ejercicio combinado de asistencia y ayuda humanitaria con un avión C-130 “Hércules”, por ser esta una aeronave reconocida y valorada por su capacidad de despliegue y confiabilidad, columna vertebral del transporte estratégico institucional, lo que le ha permitido entre otras misiones, realizar evacuaciones aeromédicas de pacientes críticos altamente contagiosos, debido a la pandemia por COVID-19, trasladando y salvando la vida a más de 260 personas.