Nacido en Iquique el 9 de mayo de 1908, hijo de padre australiano y madre alemana, Rodolfo Marsh Martin, a la edad de once años, ingresó a la Escuela Naval egresando con diecisiete años cumplidos, el 31 de diciembre de 1925, luego de obtener el grado de guardiamarina de segunda clase.
En 1929 inicia en la Escuela de Aviación en El Bosque, su instrucción de vuelo y en noviembre de ese año, Marsh se convierte en piloto aviador.
Realiza su primer viaje a Magallanes entre marzo y abril de 1931, lo que le permitió familiarizarse con una de las rutas más difíciles del mundo. Con más de 550 horas de vuelo Rodolfo Marsh fue ascendido a Teniente de Aviación, un 2 de enero de 1934.
Línea Experimental Puerto Montt – Magallanes
El clamor de la ciudadanía magallánica por tener una mayor vinculación con el centro del país, influenció a que el Presidente Arturo Alessandri Palma le solicitara al Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Diego Aracena Aguilar, que culminara la tarea de abrir la ruta austral que se venía experimentando desde 1930. Fue así, que mediante la promulgación de la Ley Nº5.682, de 13 de agosto de 1935 se creó la “Línea Experimental Puerto Montt – Magallanes”, siendo designado a cargo de ella, el Capitán de Bandada Carlos Abel, secundado por los Tenientes Rodolfo Marsh, Guillermo Gesche, Darío Aguilera y Renato Ortega.
En ese decreto quedó formalmente establecido la inversión en botes voladores o anfibios, entre otros ítems.
El 5 de marzo de 1936 se firmó el contrato con una firma estadounidense que permitió comprar dos hidroaviones Sikorsky S-43. El Capitán Kreft, el teniente Marsh y el ingeniero Loyola, fueron los encargados en ir a buscar a los anfibios y traerlos a Chile. Los días 7 y 8 de enero de 1937 aterrizaron en Bahía Catalina, el “Magallanes”, piloteado por el Capitán Abel y el “Chiloé”, al mando del Teniente Marsh, demostrando con este raid, que la Fuerza Aérea de Chile podía llevar pasajeros y conectar en forma rápida el centro del país con la ciudad más austral de nuestro territorio y del mundo.
No fue hasta unos meses después, el 29 de mayo de 1937, cuando despegó el anfibio “Magallanes” desde Puerto Montt rumbo a Punta Arenas, en condiciones climáticas desfavorables, que se tornaron peligrosas, lo que forzó a amarizar de emergencia cerca de la Isla Talcán, dejando a la aeronave semi hundida.
La Base Aérea de La Chamiza, actual Aeródromo La Paloma en Puerto Montt, recibió un llamado de auxilio en que solicitaba otra aeronave para trasladar los pasajeros del “Magallanes” a su destino. De inmediato, el Teniente Marsh, junto al Teniente Aguilera y dos Suboficiales, abordaron el “Chiloé” y despegaron rumbo al accidentado avión. Pero lamentablemente, su vuelo nunca llegó a destino. Fue así como el 2 de junio de 1937, se dan por desaparecidos Marsh junto a toda su tripulación.
A pesar de su corta trayectoria por la Fuerza Aérea de Chile, el Teniente Marsh dejó su hoja de vida llena de éxitos profesionales. Se le recuerda su afán de proyectar los vuelos institucionales hacia lugares más australes de nuestro territorio y por entregar su vida en el cumplimiento de su deber.
En su honor, el aeródromo de la Isla Rey Jorge, asentado en la Base Aérea Antártica Presidente Frei, lleva su nombre “Teniente Rodolfo Marsh Martin”.