Desde que comenzó la pandemia por Covid-19, los medios polivalentes de la Fuerza Aérea han permitido trasladar vía aérea a 255 pacientes críticos desde distintos puntos del país y de esta manera descongestionar la red sanitaria, permitiendo a las personas contagiadas ser trasladadas a centros hospitalarios que cuenten con camas UCI para continuar su tratamiento y otorgar esperanza de vida.
En este sentido, es importante destacar que la Fuerza Aérea de Chile es la única institución en el país que capacita a su personal en medicina de aviación, entre otras especialidades. Estas competencias son producto de jornadas de formación en la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), en evacuaciones de pacientes críticos e infecciosos y medicina aeronáutica. Además, han recibido instrucción en el manejo y control de enfermedades tropicales en la Armada estadounidense, Navy; en gestión clínica y transporte de paciente biocontaminado en el Servicio Sanitario de la Aeronáutica Militar Italiana y en la Real Fuerza Aérea Británica (RAF); y cursos de medicina de aviación impartidos por el Ejército del Aire de España.
Además, al momento de efectuar la evacuación de pacientes críticos (EVACRIT), las tripulaciones sanitarias deben configurar las aeronaves con equipamiento de traslado, consistente en mangas para el control de temperatura, acceso para suministrar los distintos medicamentos y ventiladores mecánicos de transporte. “Estas cápsulas se van colocando en tándem en línea hasta la dirección de cabina y eso nos permite trasladar hasta cuatro pacientes a las distintas regiones del país en aeronaves C-130 Hércules”, señala el Jefe del Departamento de Alistamiento Operativo, Comandante de Grupo (S) Gino de La Rosa, junto con manifestar que estas misiones representan tres riesgos: pacientes, medio y vuelo. “Es una condición fisiológica anormal para el cuerpo, considerando la altura, una baja presión barométrica, bajas temperaturas, bajo porcentaje de humedad, vibración, fuerzas de aceleración, tanto en el despegue como en el aterrizaje, turbulencias, espacios y niveles de luz reducida, afectando no solo al paciente, sino que la labor del equipo sanitario”.
El Comandante de La Rosa, expresa además que “el riesgo que asume el paciente está controlado a través de un filtro médico, que establece los criterios clínicos que se requieren para asumir lo que significa ser aeroevacuados”. Agrega que previo a una operación de estas características se realiza una planificación con los requerimientos de cada paciente, además de una jerarquización de ellos para establecer quién baja primero de la aeronave. A ello se suma un plan B frente a eventuales cambios meteorológicos, mala evolución del paciente durante el vuelo o ante el bloqueo de camas, es decir, que la cama en hospital de destino no se encuentre disponible.
Protocolos de acción
Previo a la confirmación del primer caso de Covid-19, la División de Sanidad desarrolló una estrategia de alistamiento operacional para hacer frente de manera adecuada a la pandemia. Se establecieron protocolos para las distintas fases de inicio de la enfermedad. Se adquirieron elementos de protección personal y de bioseguridad tanto para EVACRIT como para el personal sanitario, además de la actualización de planes de instrucción y entrenamiento, instructivos de cuidados del personal institucional y jornadas de capacitación de los Grupos de Sanidad, entre otras medidas.
En materia de capacitación, el Departamento de Alistamiento Operativo entregó las competencias necesarias a las tripulaciones sanitarias que operan en aeronaves MH-60M Black Hawk y C-130 Hércules, de dotación de los Grupos de Aviación Nº 9 y 10, respectivamente, y a efectivos del Ejército, la Armada, Carabineros y SAMU, con el propósito de preparar al personal para realizar una EVACRIT. Durante las jornadas de formación, tanto las tripulaciones sanitarias como de vuelo, se interiorizaron y actualizaron procedimientos en aspectos tales como material aéreo, logística, elementos de protección personal, armado y utilización de cápsulas de aislamiento, procesos y procedimientos aerotransportados, los que se rigen de acuerdo a protocolos establecidos en materia de protección de tripulaciones, cámara de aislamiento y sistemas de medición y monitoreo.
La labor desarrollada por la FACh en el traslado de pacientes Covid-19, representada en las tripulaciones áreas, sanitarias y de mantenimiento de aeronaves, es un claro ejemplo de los valores del aviador militar y la vocación de servicio en beneficio de la comunidad las 24 horas del día, los 365 días del año.