Desde su creación, se ha constituido como un asentamiento de gran importancia logística y operativa, y la puerta de entrada al continente blanco.
Hace 51 años, con fecha 22 de mayo de 1969, la Orden N°3207 del Ministerio de Defensa, a cargo de Tulio Marambio Marchant, decreta la creación de la Base Aérea Antártica Presidente Eduardo Frei Montalva, un importante acontecimiento en la historia de la presencia chilena en el territorio blanco.
Los orígenes de este nuevo asentamiento surgen en 1966, cuando un comité consultivo sobre meteorología antártica realizado en Melbourne (Australia) propone la creación de tres Centros Meteorológicos en el continente antártico: Chile, Base Aérea Antártica “Presidente Aguirre Cerda”; URSS, Base Minry-Molodezhnaja; y Estados Unidos, Base McMurdo, lo que es aprobado por la Organización Mundial de Meteorología ese mismo año.
Nuestro país asume la responsabilidad de mantener operativo el Centro Meteorológico Antártico en la Base Presidente Aguirre Cerda de la Fuerza Aérea de Chile, ubicada en la Isla Decepción; sin embargo, en diciembre de 1967 resulta destruída producto de una erupción volcánica y el Gobierno de Chile decide trasladarlo, temporalmente, a la Base Gabriel González Videla, en Bahía Paraíso.
Posteriormente, el Ejecutivo dispone construir una nueva base en otro emplazamiento, la Isla Rey Jorge, cuya ubicación geográfica era estratégica y permitiría convertirla en la puerta de entrada al continente blanco, por la Península Antártica, punto más cercano al continente americano.
En el año 1968, el Estado Mayor de la Defensa y el Departamento Antártico de la Fuerza Aérea de Chile, con el apoyo del Instituto Antártico Chileno y el Instituto de Geofísica de la Universidad de Chile, determinan los requisitos de este asentamiento y elaboran sus respectivos planos.
La planificación de todos los detalles correspondió al Departamento Antártico de la Fuerza Aérea y su construcción al personal de la Institución, quedando de manifiesto desde los inicios de su historia el espíritu de sacrificio, vocación y compromiso de todos quienes han servido a la Base Aérea Antártica Presidente Eduardo Frei Montalva.
Un hito posterior, pero de gran relevancia para la capacidad operativa y logística actual, es la creación del Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh en 1980, hecho que permitió conectar definitivamente el territorio antártico con el continente americano, mediante operaciones aéreas durante todo el año, que ha servido de apoyo a la exploración científica y a la logística de otras Bases y Estaciones que cuentan con programa antártico.
Junto con ello, la presencia de medios aéreos permanentes en Base Frei, como la aeronave DHC-6 Twin Otter y el helicóptero Bell 412, permiten desarrollar operaciones de Búsqueda y Salvamento Aéreo (SAR) y evacuaciones aeromédicas los 365 días del año, con tripulaciones altamente entrenadas para operar en una de las condiciones climáticas y geográficas más duras del planeta.
