La operación del avión Boeing 767 demostró la capacidad profesional de la Unidad que trabaja las 24 horas del día al servicio de la ciudadanía.
Pasado el medio día del viernes 1 de mayo aterrizó en la pista del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez una aeronave Boeing 767 del Grupo de Aviación Nº10, completando así una misión de más de 75 horas para traer desde China 117 ventiladores mecánicos donados al gobierno chileno por la Cámara de la Producción y el Comercio (CPC).
El trabajo previo antes del arribo se inició a las seis de la mañana, movilizando a más 70 especialistas de la Base Aérea Pudahuel, quienes coordinaron los aspectos logísticos y administrativos para recepcionar sin contratiempos a la tripulación, compuesta por 21 aviadores militares de la Institución.
Las coordinaciones en el ámbito aéreo estuvieron a cargo del Centro de Operaciones Aéreas y el Servicio de Control Militar de Tránsito Aéreo, este último es quien autoriza los movimientos en la losa de aeronaves y servicios de apoyo terrestre. En tanto, el equipo de Seguridad Operacional y Medio Ambiente (S.O.M.A.) fue el responsable de que la operación completa se desarrollara bajo la reglamentación vigente y dentro de los márgenes de seguridad operacional, evitando cualquier situación riesgosa dentro del marco de un trabajo coordinado, que estuvo liderado por el Comandante en Jefe de la IIª Brigada Aérea, General de Brigada Aérea (A) Raúl Jorquera Conrads.
Asimismo, se dispuso de un contingente especial de aviadores militares que apoyaron y agilizaron el trabajo del personal de Aduana, SAG, Ministerio de Salud y Migración de la Policía de Investigaciones de Chile, permitiendo que el trabajo habitual del terminal de pasajeros fuera trasladado lo más próximo a la aeronave, para efectuar los trámites de ingreso al país de la tripulación, la revisión fitosanitaria del avión y de la carga, manteniendo siempre las medidas de seguridad sanitarias necesarias, a fin de minimizar cualquier riesgo de contagio.
Los aspectos de seguridad para la carga y al interior de la Base Aérea Pudahuel estuvieron en manos de policías de aviación y Comandos del Grupo de Aviación Nº 9, quienes se desplegaron desde las primeras horas del día, para una actividad que reunió a autoridades de gobierno, empresarios y medios de comunicación.
La seguridad sanitaria, en tanto, estuvo a cargo de un equipo dispuesto para chequear el ingreso a la Base Aérea Pudahuel procurando que no presentaran sintomatología asociada al COVID-19 y, posteriormente, en la tarea de sanitizar la aeronave, tripulación y la carga en coordinación con personal especializado del Ministerio de Salud.
Una vez cumplidos los protocolos administrativos y sanitarios, se debió sincronizar la descarga y traslado de los ventiladores a una zona segura de almacenamiento provisorio, dentro de la Base, en espera de ser retirados posteriormente. Todo respondió a un orden logístico, que optimizó los tiempos de respuesta y la disposición del equipamiento médico a las autoridades de Salud.
De esta manera, concluyó exitosamente un operativo que significó más de tres días de arduo trabajo, involucró el profesionalismo de cerca de 100 aviadores militares y donde la Fuerza Aérea, nuevamente, demostró la importancia de contar con medios aéreos polivalentes y con personal altamente calificado, cuyas capacidades son puestas al servicio del país.