Se trata de la golondrina de mar negra que en época de nidificación cae a la tierra por falta de orientación.
El miércoles 1 de abril, se realizó en el Cuartel Cavancha la entrega de una golondrina de mar negra o conocida también como “petrel de la tormenta” a la organización no gubernamental “Golondrina de Mar”, por parte del personal SOMA de la Iª Brigada Aérea.
La golondrina fue encontrada por una empresa constructora en dependencias de la Base Aérea Los Cóndores, siendo entregada a personal del Departamento SOMA de la Iª Brigada Aérea, quienes gestionaron con la ONG “Golondrina de Mar” su entrega, ya que esta especie se encuentra en condición de protegida.
El Suboficial Carlos Jofré del Departamento de Seguridad Medioambiental de la Brigada, señaló que “con el objetivo de darle cumplimiento a la doctrina de Seguridad Operacional y Medioambiente de la FACh, respecto de forjar permanentemente una cultura de responsabilidad frente al medioambiente, el personal de la Iª Brigada Aérea cada vez que ha detectado en las instalaciones o en sus operaciones alguna especie protegida se ha gestionado y se coloca al resguardo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)”.
En esta oportunidad y dadas las condiciones de emergencia sanitaria que vive la ciudadanía se tomó contacto con la ONG “Golondrina de Mar”, cuyo director Carlos Lantadilla recibió la especie para su protección.
El ave que habita en el mar abierto de la zona norte de nuestro país regresa a la tierra solo para reproducirse y lo hace en los salares de la Región de Tarapacá. En su inicio de su etapa de vuelo, que se extiende entre los meses de marzo a mayo, cuando los polluelos están listos para su primer vuelo y se dirigen a alta mar, muchos de ellos pierden la orientación y caen en distintos puntos de la ciudad.
La especie está clasificada en peligro de extinción por el Reglamento de Clasificación de Especies del Medio Ambiente, por lo que las recomendaciones a la comunidad son aislar al ave en una caja oscura con pequeños agujeros para su ventilación, alejarlo de los ruidos fuertes, así como también no alimentarlo.