José Antonio Ruíz Aguilera se reunió con la tripulación del helicóptero Bell 412 que lo rescató desde las proximidades de los cerros Provincia y San Ramón.
Un emotivo reencuentro se registró el viernes 17 de junio en dependencias del Centro de Control de Misiones de la FACh, ubicado en la Base Aérea Los Cerrillos.
A las diez de la mañana de ese día, el deportista español José Antonio Ruíz Aguilera, de 47 años, se dio cita en dependencias de la Unidad para reunirse y agradecer a la tripulación del Bell 412 de la II Brigada Aérea, que el pasado 29 de mayo lo rescató desde las proximidades de los cerros Provincia y San Ramón, en la Región Metropolitana, tras estar dos días desaparecido y presentar signos de hipotermia.
El montañista recuerda que “el sonido del helicóptero aumentaba a medida que se acercaba a mí y yo estaba con el equipo de señales preparado para activarlo una vez que llegase el momento. Como si se tratara de una película de ficción, la aeronave emergió delante de mí con todas sus luces encendidas y nos encontramos frente a frente, yo con todo el equipo de alerta y él con las luces y sus potentes hélices girando”.
Manifiesta que la Fuerza Aérea ya forma parte de su vida. “Es una Institución que me acompañará siempre, un equipo de personas maravillosas que me han tratado genial…unos verdaderos profesionales. Me siento muy orgulloso y contento de poder estar hoy aquí y que podamos compartir nuestras vivencias, que me cuenten cómo pudieron encontrarme porque las condiciones no eran fáciles”, dijo.
Uno de los más emocionados fue el PARASAR Sargento 1° Luciano Painehual, el primero en avistar y socorrer al deportista. “Nos avisaron que nos teníamos que devolver a recargar combustible cuando miré hacia otra área y lo vi”, recuerda. “Aterrizamos y de inmediato me bajé a buscarlo y contenerlo, le dije que éramos de la Fuerza Aérea y que veníamos a rescatarlo. Lo tomé, lo abracé y lo único que hizo fue llorar hasta que llegamos al Hospital”.
Para la piloto de la aeronave, Capitán de Bandada (A) Bernardita Astudillo, en tanto, este reencuentro la sorprendió pues “es la primera vez que tenemos la oportunidad de reencontrarnos con la gente que hemos rescatado, así que es bastante gratificante también para nosotros saber cómo lo vivió él de su punto de vista porque siempre nos quedamos con la idea nuestra. Es muy conmovedor ver cuando una persona pasó una noche y lo único que espera es que alguien lo vaya a rescatar. Por supuesto que para nosotros es una satisfacción como ser humano y es lo que nos mueve a seguir con muchas ganas cumpliendo nuestra misión en la Institución”.
